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Luis Alberto Crespo

Economista, Msc. en Moneda e Inst. Financieras, Prof de Economía UCV.

Luis Crespo | La Venezuela del siglo XXI vive y sufre la destrucción de PDVSA, empresa que otrora fue orgullo para el país, en 1975 el gobierno nacionalizó la industria petrolera y creó PDVSA como una empresa (holding) para administrar y coordinar las operaciones relacionadas con el petróleo en Venezuela, luego de 45 años de su creación, y en medio de la nefasta gestión de Nicolás Maduro, el sector petrolero en nuestro venezolano desfallece, presentando grandes dificultades, tiene una significativa caída en sus niveles de producción, deterioro y obsolescencia en sus instalaciones y endeudado .

Tenemos una industria disminuida al borde del colapso, como resultado del manejo ineficiente que ha dilapidado su capital y día a día devasta las capacidades productivas de Petróleos de Venezuela (PDVSA) la industria que en 1998 producía alrededor de 3 millones de barriles diarios y era referencia mundial, al cerrar el 2019 su producción se ubicó aproximadamente en 750.000 barriles diarios, lo que significaría un tercio de la producción de la empresa en la década de los 90.

En los últimos 20 años el país se hizo cada vez más dependiente de la renta petrolera y, aunque en los planes de gobierno de Hugo Chávez anunciaban el cambio en el modelo y vociferaban a todo eco la diversificación de la economía, pasaron los años y todo ha quedado en discursos, el sector solo sirvió para apalancar su proyecto político con los inmensos ingresos petroleros que se obtuvieron por años de precios muy altos, en este periodo de bonanza se caracterizó por el manejo discrecional de grandes fondos que se convirtieron en cajas negras o caja chica sin ningún tipo de contraloría.

“Caja negra” porque se desconoce sus cuentas reales y “caja chica” porque el régimen, desde que asumió el poder, ha utilizado PDVSA para financiar todo tipo de gastos, incluyendo los del partido.

Es importante destacar que luego de, prácticamente, saquear, destruir la industria petrolera y sumergir al país en un modelo económico y político parasitario que depende aún más del rentismo, el gran viraje hacia la diversificación o siembra del petróleo quedó como un discurso vacío y los recursos de la industria pasaron a las arcas de grupos económicos cercanos al régimen, ahora bien, en este momento histórico, el país ha sido dirigido por Nicolás Maduro hacia el extrativismo minero desde la perspectiva más primitiva y expoliadora de los recursos naturales que haya conocido el país.

El Arco Minero es un área muy rica en recursos minerales ubicada al norte del estado Bolívar y Amazonas, actualmente el régimen estimula y desarrolla una explotación minera en esas zonas, la cual se caracteriza por ser altamente destructiva que no toma en consideración el impacto ambiental y sociocultural, viola derechos humanos y ambientales, excluye a las comunidades indígenas, devasta el patrimonio natural y compromete la soberanía nacional.

El régimen de Nicolás Maduro que destruyó la industria petrolera (PDVSA) y las principales empresas básicas (Sidor, Alcasa, Alucasa, Alunasa, Bauxilum…) desde el año 2016 otorgó concesiones a empresas mineras nacionales e internacionales para realizar la explotación en Venezuela. Atrás quedó el discurso de la diversificación de la producción y el desarrollo científico tecnológico de la nación. Por séptimo año consecutivo, el país experimenta la caída de su producción dentro de un ciclo de depresión económica, destrucción de las instituciones que desarrollaban investigación (Intevep e Ivic) como también las Universidades, colapso en los servicios públicos y fuga de talentos en la búsqueda de mejores de condiciones de vida.

El país está inmerso en un desastre económico generado por la nefasta gestión económica del régimen caracterizada por el intervencionismo, la corrupción, la opacidad en la gestión pública y el saqueo de las finanzas públicas. El fracaso del régimen es evidente y ahora impulsan el extrativismo primitivo en el Arco Minero como estrategia para generar riqueza. Es importante desenmascarar al régimen porque está profundizando la dependencia del país al rentismo, y todo esto por su incapacidad de financiar el excesivo e irracional gasto público que generan, porque ya se ha comprobado que no está interesado en impulsar un modelo económico que desarrolle las capacidades productivas del país.

El extrativismo primitivo como modelo de desarrollo económico compromete el medio ambiente, el futuro de las próximas generaciones y él no es compatible con el desarrollo sustentable, el despilfarro de más de 900.000 mil millones de dólares en los últimos años producto de la renta petrolera ha sido un tragedia nacional, con esos inmensos recursos en Venezuela no se logró ni siquiera mantener la industria petrolera, por el contario, se ha destruido en más del 65% las capacidades productivas del país, siendo hoy más dependiente de las importaciones y con un nivel de endeudamiento que superan los 150.000 millones de dólares.

Luego de 20 años de discursos que prometían superar el rentismo petrolero, el régimen presenta el extrativismo primitivo en el Arco Minero como el gran proyecto de salvación de la patria, lo cierto es que dicho proyecto se caracteriza por su opacidad, la entrega de las riquezas naturales del país a empresas Rusas, Chinas, Turcas que se aprovechan de la destrucción de la institucionalidad en Venezuela, la corrupción y la debacle generada por un régimen que condena a los venezolanos a vivir en condiciones miseria.

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Luis Alberto Crespo

Economista, Msc. en Moneda e Inst. Financieras, Prof de Economía UCV.